Al principio me invadió el pánico. Sentí que ya no era la misma de antes, incapaz de expresarme a través de las letras como lo solía hacer con tanta facilidad en mi diario, durante mi adolescencia. Entonces, sobre una rama del viejo sabino, encontré el valor que necesitaba para recuperar la confianza: un hermoso pájaro azul con un coqueto canto de 140 caracteres.
Read the rest of this entry »Mar 06